A menos de 100 kilometros de Madrid nos encontramos con la provincia de Guadalajara, una zona poco conocida y poco explorada de España. Adentrándonos en la provincia, en sus sierras, en sus pueblos, encontramos un lugar ideal para disfrutar de una escapada otoñal. Por eso, desde aquí os proponemos cuatro lugares para perderte y disfrutar en Guadalajara.
Hayedo de la Tejera Negra
Situado en la localidad de Cantalojas, a unas dos horas de Madrid, nos encontramos con un lugar que en otoño se viste de color. Este parque natural situado en el macizo de Ayllón ofrece al visitante un encuentro total con la naturaleza. Una preciosa ruta de senderismo con un paisaje inmejorable. Es precioso todo el año, pero en otoño, los colores de sus árboles; unos más amarillos, otros más rojizos y otros manteniendo el color verde conforman una obra de arte viva.
Se recomienda llevar unas botas de senderismo o deportivas de trial. Desde el comienzo de la ruta hasta la cima de la montaña hay unos 6 kilómetros. Una distancia que parece corta, pero que no lo es tanto teniendo en cuenta las condiciones del terreno. Es un paseo para disfrutar de las vistas, para hacer fotos preciosas, pero también para poner a prueba nuestras piernas. El camino es cada vez más escarpado, las hojas que caen hacen que el suelo sea más resbaladizo y las pendientes finales requieren la ayuda de una vara o un punto de apoyo.
Existe otro camino; más suave, más ligero, más fácil de caminar por él, pero quizá no tan bonito. No obstante, ambos están señalizados para no perdernos. El primero es naturaleza salvaje, en la que tan pronto te encuentras cruzando un río como delante de una cabaña que hace unos años servía para hacer carbón.
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El pico Ocejón y los pueblos negros
Otro plan para nuestra escapada otoñal en Guadalajara es visitar otra localización de la serranía guadalajareña. En este caso el pico Ocejón y los pueblos que lo rodean. Los pueblos negros, una maravilla paisajística y arquitectónica. Las condiciones geológicas hacen que la piedra de pizarra negra sea la predominante y por ello, las casas, los edificios, los restaurantes y, hasta el suelo, están hechos de este material.
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Nuestra ruta puede comenzar por Valverde de los Arroyos un pequeño municipio que es toda una joya a menos de dos horas de Madrid. Una localidad sacada de las páginas de un cuento en el que también podremos hacer senderismo visitando la Chorrera de Despeñalagua.
Una vez visto y disfrutado de Valverde, podemos comenzar nuestra escalada al pico Ocejón, el más alto de la provincia. Subiremos por Valverde y bajaremos por Majaelrayo, otro municipio construido gracias a la pizarra negra. Unas vistas y una ruta que sin duda se convierten en una escapada otoñal perfecta.
El Alto Tajo
Si hay un parque natural por excelencia en Guadalajara ese es el del Alto Tajo. Además de preciosas rutas para el senderismo o para el ciclismo, las vistas asombran al visitante. Estrechos valles de piedra segada por el tiempo, impresionantes cascadas, naturaleza salvaje y sobre el suelo, el río Tajo.
En este parque encontramos 11 rutas señalizadas y 9 georutas dedicadas al patrimonio geológico. A lo largo de estos senderemos podemos encontrar paneles informativos que nos sirven de ayuda para comprender lo que ven nuestros ojos y para situarnos en el mapa.
Entre las rutas destacadas encontramos la del Barranco de la Virgen de la Hoz. Aquí podremos caminar por los cañones de los Ríos Gallo, Tajo y Arandilla. Con varios miradores y con caminos fáciles de transitar, podremos hacer nuestra ruta tanto a pie, como en bicicleta o incluso en automóvil. Bosques, valles y laderas nos aguardan para disfrutar de la conexión con la naturaleza.
Sigüenza
Hablar de Guadalajara es hablar de Sigüenza, probablemente el municipio más bonito de la provincia. Un viaje a la Edad Media sin comparación. Sigüenza es el hogar del obispado de Guadalajara, posee una catedral impresionante, un parador del siglo XII, muy bien reconstruido, en el que dentro podremos tomar un café, comer o incluso, dormir.
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Sus calles empedradas, empinadas y estrechas, las fachadas de sus casas, la Plaza Mayor, la Catedral, todo en sí tiene ese aire castellano. Se respira, se vive y se ve el espíritu medieval del reino de Castilla. Un reino en el cual, Sigüenza fue uno de los territorios más apreciados, por ello fue cuna de los Mendoza.
Cuatro planes distintos para una escapada otoñal, los tres primeros cargados de naturaleza y el tercero cargado de historia. Un viaje para disfrutar, para explorar y para adentrarse dentro de una provincia desconocida por muchos.